Y como todo niño había probado todos los deportes, ninguno que me atrapara tanto ni cambiara tan radicalmente mi forma de observar mi entorno.
Y tenia mucho que ver con la poesía, con la pasión, la desesperación , la locura ! . El momento donde todo ser detenía y solo estabas tu entregándote a los elementos , sintiéndote pequeño y a la vez gigantesco.
De alguna manera toda mi vida gira entorno a esto, no me imagino otra forma de vivir que no termine en el suicidio cotidiano.
Como leí por ahí: “no sufría de locura, la disfrutaba”.
La carreteras poco transitadas y aquellas olas aun inexploradas se transformaron en mi terapia.