Cuidado con las traiciones del alma, suelen doler más que las decepciones del resto. Se muy cuidadoso al decir “yo nunca”, que pocas veces podrás imaginar las retorcidas bromas que te jugara la vida. Cuida aquello de definirse, que no te darás cuenta cuando te estés vendiendo por unos cuantos pesos.
Se vuelve difícil no volverse una marioneta, sobre todo cuando te transformas en el chico de 9 a 6, con ropas que combinan, afeitado como un bebe y en exceso de cafeína .
Yo, yo simplemente uso el sistema, jajaja por lo menos me engaño que así es.
Javier