Mientras bebía el sexto café del día:
La muerte ronda,
con un look increíble,
seductora y arrogante,
vestida con una falda tan corta
que se le ve el alma.
Y como soy tan testarudo,
Me quedo quieto,
Le miro, le coqueteo
Y le dejo un billete de 20.
La siento en mi pierna,
Respiro en su cuello para excitarla,
Una mano metiendose por el muslo
Y con la otra juego por su espalda.
Te crees muy listo pendejo,
Ya vendré por ti,
Aprovecha tus próximas 24 horas
Y no se te ocurra dormir.
Javier