Como delicados y magníficos castillos de arena que construimos afanosos un día de playa,
Destruidos al final de la jornada, por la marea infinita o el oficio macabro del hombre.
Aplíquese en todo ámbito, por favor no con los hijos.
Javier
Como delicados y magníficos castillos de arena que construimos afanosos un día de playa,
Destruidos al final de la jornada, por la marea infinita o el oficio macabro del hombre.
Aplíquese en todo ámbito, por favor no con los hijos.
Javier