Entendía a JM cuando huíamos de los bares frecuentados por todos nuestros conocidos. Cómo si encontrar personas que te pudieran reconocer, incluso darte una conversación absurda fuera desgastante.
Por eso nos volvíamos ratones de bares donde solo quienes viven en el infierno visitarían.
Elimina todas las putas distracciones y comienza a escribir.
Infielmente tuyo,
Javier