
Aún mudo después del intercambio de freses.
Tal vez una frase coherente, elaborada, bien pensada y que la dejara totalmente sorprendida – pensé
Lo primero que salga del corazón, seria apropiado – me convencí.
Finalmente ni una sola palabra.
¿Qué habrá que decir?, ¿Qué pienso realmente sobre ella?
¿Tengo fé?, ¿Esperanza?
¿Darias otro salto a ciegas?
Tal vez tendría más certezas mirando a los ojos,
perdiéndome en las estrellas,
un poco en tu mirada y tus labios.
Repasar cada ruta.
Más preguntas que certezas,
incógnitas buscando revoluciones y revelaciones.
Infielmente tuyo,
Javier