Mientras suena “Can´t change me” de Chris Cornell
Corrí esta mañana de amanecer frio, cercano a la cordillera.
Un poco más vivo, dejando todos los fantasmas en cama,
bien atrapados bajo las sabanas.
Había retomado los buenos libros,
mientras dejaba de lado toda la parafernalia ridícula de las masas,
el atontamiento innecesario de las apariencias.
Tenia todo lo que necesitaba,
locura y cojones.
Mezclas peligrosas,
explosivas.
Los dias volvían a transitas,
escribiéndose una buena historia en la entrepierna,
de una noche confusa que termino en mensajes salvajes,
con esa indecencia exquisita y la absoluta falta de pudor.
¿Ha sido decretada mi última cena?,
¿A qué juegan los dioses?. Manténganme hambriento y despierto.
Con el acelerador a fondo hacia la próxima revolución.
Infielmente tuyo,
Javier