Había que dedicarse a vivir bien y olvidar cualquier convencionalismo, follarse a la existencia tantas veces como sea posible, alejarse de las masas y cometer todos los errores, inclusos los no permitidos. No mientas, pero juega con ellos, para que cuando te toque ser una marioneta hagas tu mejor baile.
No entregues una pizca de espíritu, amenos que estés listo para mirar a la muerte a la cara y tener las pelotas suficientes para perderlo todo en una jugada.
Experimenta con la realidad, en matices, desaparece cuántas veces sea necesario pero jamas abandones tu propia batalla. Eres juez, eres ejecutor, victimario y victima.
Sumérgete en tu locura y no des explicaciones. Ni existe infancia o traición que lo justifique.
Infielmente tuyo,
Javier
