¿Cuándo llegue el momento sabré leer las señales?
¿Que harías si me presento frente al altar ese día?.
¿Te vas conmigo cariño?,
o solo me darías aquella sonrisa complice, como aquel que comete un delito torpe, inocente destruyendo mi corazón otra vez.
Yo te conquistaría otra vez con ojos enamorados,
y escribir otro verano.
Infielmente tuyo,
Javier