Esa tarde de agosto, destapo las mejores botellas de vino que había guardado, tomó el teléfono y envió mensaje a todas las mujeres que habían entre sus contactos, se hizo a la carretera, para cometer un delito, una a una las penetro, no solo en espíritu, sino que tambien sexualmente.
Sería una buena manera de terminar un capitulo. Con una sobredosis de locura y pierna.
Infielmente tuyo,
cuando suena de fondo «The End»
Javier