La faceta más macabra de la vida intenta golpearme, aquellas coincidencias que huelen a la mejor conspiración de todas, una conspiración de amor y locura.
No solo faltaba con las malditas canciones, las putas fotografías, las pesadillas, los aromas y uno que otro gesto mal copiado en otra mujer.
Una taza roja, llena de café al medio día, cuando el sol se siente delicioso y la luz los hace a todos ver más guapos que de costumbre. Quizás la primera vez que aprendí a beber café, otra de nuestros rituales que me torturan y deleitan, otra carcajada ridicula del titiritero.
Dias de especial calma,
sensaciones que recuerdan a otra vida.
Infielmente tuyo,
Javier
Cuando veas esto puedes reir
