Fue un encuentro después de quizás , ¿8, 9 años?. Para mi siempre guapa, mucha sonrisa pero eso no era su atractivo. Locura y carisma eran su patrimonio, cautivador para un hombre como yo. Había algo que no lograba entender, por que de solo observar podía entender todo. No hubo silencios, no hubo textos articulados ni actuaciones del chico suicida. Me entregué desnudo a una conversación sincera, sin filtros ni cuidados.
Recorrimos un par de kilómetros en motocicleta y yo me transporté a viejos sitios, pero con una sensación de victoria, listo para conquistar cualquier dificultad.
Me sentí quizás en casa,
CONSERVALO.
Infielmente tuyo,
Javier