No insistan a mi número, me rendí a la oportunidad de familia y no me dan ganas de inventar excusas esta vez.
No insistan a mi número, debería haber dejado claro a las amantes ligeras, amantes que cometí el error de mostrar un poco de espíritu.
Recorrí toda la ciudad esquivando policías, incluso hoy que no he cometidos pecados, quizás las viejas buenas costumbres sean imposibles de erradicar , quizás quien se declara fugitivo una vez resulte tatuado por siempre.
Solo se aprende un poco del hambre, de las sobredosis y quizás de los corazones rotos.
Solo puedo pedir que nunca se me arrebate la música, la infinita carretera, el mar y la poesia
Brutalmente honesto e infielmente tuyo ,
Javier