Ella decia:
- Javier eres un hijo de perra
yo pregunté a que se debe tal acusación: - Sabes manipular demasiado bien
Asentí y sonreí
Recuerdo que llegó la primavera y teníamos el océano pacífico para nosotros 24 horas al día, 27 días a la semana. Yo sabía muy bien que aquello era una singularidad, una posibilidad demasiado remota
Yo sabía que dios estaba jugando conmigo, yo sabía que dios buscaba venganza por mi historial, el quería pisotearme y yo me lo merecía. Por cabron, por hijo de puta.
Cada final tiene un principio le comente a quien servía en la barra,
mientras me vuelvo a perder y aquella llama ruje ruje ruje,
Como si el tiempo no significara nada.,
como si la broma cosmica fuera una puta broma.
Infielmente tuyo,
Javier