
Había algo macabro y brutal en todo esto, el titiritero se volvió experto en ponerme a prueba todo este último tiempo, pero el muy hijo de puta sabe que soy duro y que disfruto demasiado el no sentirme cómodo, el navegar en la tormenta.
Había algo macabro y a la vez con tintes de maravilloso, el cruce sistemático y semi casual de las personas, con sus palabras, acciones y miradas que hacían de todo una gran broma cósmica.
Había algo macabro e incluso poético en como se iban conectando los puntos, aveces incluso cuando parecen inverosímiles.
He sido un vagabundo estos últimos días y he resuelto todos mis caprichos. El frío , el hambre y la sed curten el carácter.
Llorar de felicidad , tal como lo hice un día !!
Infielmente tuyo,
Javier