“Vete vete vete
Antes que yo
Aprenda a hilar tu cabello
Termine mi armadura”
Me senté, miré la montaña y repasé algunas paginas del libro. Mis ojos cansados perdieron la batalla esta vez. He dormido tan profundo, eso es extraño.
No podían haber medidas tradicionales conmigo.
Pensaba que era un poco extraño y ridiculo aquello del tiempo y los horarios.
Infielmente tuyo,
Javier