
Me sentí un poco embobado, cómo si se hubiese presentado un desafío. No podia presentarse un escenario con demasiadas reglas para mi, iba a intentar romperlas una y otra vez en un afán un poco rebelde, un poco desafiante.
Nunca iba a encajar en un molde, quizás fue la única lección significativa y sincera de tantos psiquiatras.
Me sentí un poco embobado por una llamada telefónica, algo quizás muy casual, un acontecimiento que podría parecer paternal y tierno.
Otra vez esa necesidad frenética de querer vivir y escribir, otras vez esa sed de llevar todo fuera de cualquier límite.
No me podría conformar con menos,
Otra vez la luna lo embriaga todo.
Infielmente tuyo,
Javier