Fue un día domingo, ella miró la hora en su teléfono, me tomó de la mano y me condujo a su habitación. Cerró la puerta y me empujó sobre la cama.
– «no pensé que era tan tarde» , tu bus sale en 45 minutos»
Partió por mi camisa, que no opuso demasiada resistencia, me besó el cuello, mi pecho, bajo hasta mi ombligo. La tomé con delicadeza y con fuerza, la gire y la besé lentamente, algo de sudor y algo de ternura.
– «debes ponerte un preservativo, estoy en mis días mas fértiles».
Podría pensarse que eso arruinaría todo el juego de seducción, pero nuestra confíanza e intimidad lo volvió atractivo . No se hace necesario tanto detalle de como la química hizo lo suyo, existen sincronizaciones perfectas, ahí estaba el orgasmo, el que había estado esperando y buscando con las personas y los sentimientos erróneos.
-» Javier , se rompió el condón… Te odio.»
Debo ser completamente honesto, en lo mas profundo de mi alma sonreí, viaje mas de 9 meses al futuro y hasta pensé algunos nombres»
Casi antes de que ella corriera a ducharse, y mientras yo hacia un control de calidad,
-«Tranquila, no se ha roto … Sólo has sido tu, estaba demasiado humeda»
Reimos, me besó, nos vestimos y me fue a dejar al terminal de buses.
Seguramente nunca lo olvidaré
Javier