Siéntete vacío. Ten una noche de insomnio. Extraña a tu amante. Camina sin rumbo por la ciudad. Llena tus bolsillos de billetes. Fantasea con el sexo. Observa a las familias felices. Dale play a la música. Odia la monotonía. No contestes las llamadas salvadoras. Paseate entre bares y cantinas mientras todos beben y sonríen. Siéntete un desconocido en casa.
Tu cabeza puede estar diciendo que no, puedes recordar como termina la historia, puedes incluso mirar todas tus cicatrices y incluso sentir como te sentiste aquella vez, pero tus pies caminen y caminan, como si te condujera un imán, directo a pedir la primera ronda, que será una historia de nunca acabar.
Si no fuera por mi creatividad, no me hubiese salvado.
Javier