Me había forzado a rechazar una serie de atractivas invitaciones, me sentía ahogado de tener que corresponderle a la gente. Necesitaba recuperar y llenar mis arcas de soledad, sentirme completo solo conmigo mismo y vagar por la ciudad como le he hecho siempre, sin ataduras, siguiendo el mar, siguiendo el viento, siguiendo el impulso.