Destruye y deja que ardan todos los puentes. Entierra a tus padres, deja plantadas a las amantes, con lo poco que tienes huye, regala hasta el último billete. No perteneces, no les perteneces. Sigue errático, indescifrable y cada vez que puedas grita a la luna, destruye cualquier evidencia, cambia tu nombre, desintegrarte en pequeños átomos.
No hay más que el caos, solo está la luna.
Infielmente tuyo,
Javier