Bastó el sol, una buena lectura, mi conexión con los espacios salvajes, mi motocicleta. Estaba dispuesto a todo para recuperar el mar, mi esencia.
Hubo un momento de paz en mi cabeza, algo sumamente extraño, una sensación de embriaguez que no se apoderaba de mí hace años.
Voy a recuperar el mar, la simpleza y las montañas.
El amor propio.