Claro que existen resentimientos,
sobre todo cuando uno se sienta a beber y fantasea con todos los posibles escenarios.
Resentimientos con mi padre, por no haber tenido más cojones y mandarme a descubrir el mundo.
Resentimientos con mi madre por dejarme solo en medio de tanta locura.
Resentimientos a mi familia por condicionar la existencia solamente al bienestar economico
Resentimientos con mi educación por no permitirme decir todas las cosas que pienso.
Resentimiento a mis maestros por limitarme.
Resentimientos con todas mis putas barreas psicológicas producto de una infancia tan brutal.
Soy producto de tanto amor que duele
Infielmente tuyo,
Javier