Parecían canciones de otra vida,
más que recordar momentos,
quedan clavadas sensaciones.
Cerrar los ojos y dejarse llevar en viejos acordes que marcaron una etapa que luce lejana.
¿En qué minuto cambiaron tanto las cosas?,
¿Cuando se deja de soñar?,
Reconoces el instante exacto de abandono.
Alguna vez lo tuve.
¿Se recupera?
¿Podría volver a casa y volver a nacer?
Son todos juegos de la mente,
respiro profundo,
la mayoría del tiempo me desespero.
NO HOY.
Infielmente tuyo,
Javier