Debería hacerme más consciente de cada movimiento, de cada sensación y respiro pensé mientras recorría la ciudad al amanecer.
Y que pasaría si me armo de valor, la tomo por la cintura, me clavo en sus ojos y le propongo una vida llena de aventura junto a mi. Sería justo?. Arrancarías otra vez?
La inacción me inquieta, parte de mi pecho ruge y se desborda, al mismo tiempo respiro, en calma intentando otra vez conectar todos los puntos.
Qué tal si te acaricio lento, en tus lugares favoritos.
Es aquel entendimiento de la fugacidad de la vida lo que desespera. Y si no nos quedará tiempo?
Divagaciones al amanecer, cuando la ciudad duerme.
Infielmente tuyo,
Javier