Me sentía inspirado hoy.
Con los últimos $500 en mi bolsillo entré a la tienda buscando de manera estratégica en la sección de alimentos lo que me tuviera el mayor tiempo posible con la tripa llena. Sería quizás la última comida en algún tiempo. Le entregue las monedas a la encargada del local y sonreí mientras la chica de atrás, ya bastante mayor mirándome a los ojos me pidió que me llevara algunas cosas de su compra, pero he había sentido algo conmigo y que por alguna razón debía entregarme un par de galeas y una lata de bebida.
Milagro de navidad? Santa Claus pagando sus deudas conmigo o sólo luzco desesperado.
En todo caso iba a sobrevivir siempre
Infielmente tuyo,
Javier