Volví a soñar con una niña,
ojos oscuros,
ni tuya,
ni mia
Pero aquellos ojos no mentían,
inexplicable la complicidad.
No hay descargos su señoría.
Javier
Volví a soñar con una niña,
ojos oscuros,
ni tuya,
ni mia
Pero aquellos ojos no mentían,
inexplicable la complicidad.
No hay descargos su señoría.
Javier