La mujer obesa
saliendo de su departamento
con la botella de 2 litros de cocacola.
El anciano
fumándose la vida
en sus cigarrillos baratos.
El muchacho
buscándole un sentido a la existencia
en libros de psicología de 1900.
Yo acelerando a fondo
a ciegas.
Enamorándome de cualquier muestra de cariño.
Haciendo equilibrio en cornisas
totalmente sedado.
No hay retornos,
el carrusel sigue girando.
Y está la monotonía,
las reglas,
la mediocridad y el conformismo.
No he sido el único
ahogándome en habitaciones baratas
oscuras y suicidas.
Javier
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